Al igual que los sanitarios, el mobiliario o los accesorios, las alfombras también son unos elementos importantes en los cuartos de baño porque cumplen, principalmente, con tres funciones: por un lado, nos protegen de resbalones al salir de la ducha; por otro, impiden que el suelo se moje con posibles escapes de agua desde la bañera o ducha y, por último, nos sirven de abrigo para nuestros pies.
Pero aparte de todo ello, estas piezas textiles contribuyen también a potenciar la decoración d este espacio de nuestro hogar tan usado a lo largo del día. Si eres de los que aún no las usan y prefieren emplear una toalla, aquí te ofrecemos varias razones para que dejes de hacerlo.
Antideslizantes: para cumplir con una de sus principales funciones, es importante que las alfombras posean una buena base de caucho para que se adhieran bien al suelo y así puedan impedir resbalones.
Dentro de la ducha: como ya hemos comentado en el punto anterior, las alfombras tienen como utilidad principal la de evitar caídas. Por este motivo, muchas personas apuestan por colocar alfombras antideslizantes dentro de la bañera o de la ducha. Estos elementos, fabricados en plástico habitualmente, pueden venir provistos con unas ventosas para que la adherencia sea mayor. Al igual que las alfombras textiles, en el mercado hay una amplia variedad de formas y colores. No obstante, actualmente la mayoría de las bañeras y placas están fabricadas con materiales antideslizantes. Si tienes dudas sobre cuál es mejor, nosotros podemos asesorarte.
Amplia variedad: en el mercado en general y en las tiendas especializadas en particular se pueden encontrar una variedad muy amplia de alfombras con formas, bordados, colores y tejidos diferentes. Incluso, es posible adquirir un juego completo para colocar también alfombras a los pies del inodoro o del bidé. Gracias a este catálogo es posible combinar las alfombras con otros elementos como el color de los azulejos, las baldosas del suelo, acabados de los complementos… Además, muchos fabricantes te permiten comprar tu alfombras a medida para que la sintonía con tu cuarto de baño sea perfecta.
Una alternativa muy en alza últimamente es la de colocar dentro de la ducha una pequeña tarima, fabricada con listones de madera de unos dos o tres centímetros de altura, que sirve para que nos apoyemos sobre una superficie segura al ducharnos pero que a su vez permite que el agua discurra a través de ella. Sin embargo, esta solución tiene inconvenientes importantes como el hecho de que la madera sea un material que, con la humedad, puede servir de hogar para algunas bacterias. Si eres muy amante de la higiene, esta opción puede traerte más de un dolor de cabeza.
En cualquier caso, elijas la opción que elijas, es muy recomendable secar siempre la alfombra o la tarima después de usarlas, así como ventilar convenientemente el cuarto de baño. Con ello, impedirás que el vapor se concentre y aparezca la humedad y, con ella, el moho y las bacterias.